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[Estribillo]
Con el poder de la chancla, vencerán sin fin,
Bajo el manto lunar, la noche es su jardín.
En el reino de sueños, su destino forjarán,
Juntos en la batalla, nunca claudicarán.

[Estrofa 1]
Cuatro guerreros, destellos de leyenda,
Forjando su destino con cada contienda.
El bardo de escamas, canto en la mirada,
Su espada reluce, en la batalla implacablemente armada.
El ladrón licántropo, sombras su hogar,
Sus dagas relucen, en la oscuridad sin par.
El monje hablador, palabra como arma,
Sus espadas gemelas, en danza de dharma.
Y el arlequín, con puntería de halcón,
Dispara promesas, en su temor y su canción

[Estribillo]
Con el poder de la chancla, vencerán sin fin,
Bajo el manto lunar, la noche es su jardín.
En el reino de sueños, su destino forjarán,
Juntos en la batalla, nunca claudicarán.

[Estrofa 2]
La chancla del infinito, su meta y razón,
Buscan su poder, en cada canción.
A través de desafíos, y pruebas sin final,
Siguen adelante, sin temor al mal.
El bardo entona melodías, de coraje y destrucción,
Guiando al grupo, con su llama de la acción.
El ladrón, en las sombras, traza su camino,
Con astucia y destreza, en su licántropo destino.
El monje, en su verborrea, halla su voz,
En cada golpe, la verdad se desvela veloz.
Y el arlequín, con su risa y temblor,
En cada flecha lanzada, un nuevo temor.

[Estribillo]
Con el poder de la chancla, vencerán sin fin,
Bajo el manto lunar, la noche es su jardín.
En el reino de sueños, su destino forjarán,
Juntos en la batalla, nunca claudicarán.

[Verso 3 ]
Así continúan su sendero, en unión sin cesar,
Con la chancla del infinito, en su mano final.
Forjando un destino, donde la luz resplandecerá,
Y en la eterna oscuridad, la esperanza brotará.
[Outro]
En los confines del cosmos, desafiaron sin cesar,
A cualquier ser que osara, su chancla arrebatar.
Estrellas y galaxias, testigos de su lucha,
Contra fuerzas ancestrales, en una batalla que nunca se escucha.
En cada planeta, en cada estrella lejana,
Su leyenda crecía, como una llama temprana.
Y así, en la vastedad del universo sin final,
Su valentía resonaba, como un eco celestial.